Carteles de neón
El puerto de A coruña siempre ha sido un punto clave respecto a la comunicación de la ciudad con el mundo exterior, no solo conviréndola en una gran urbe comercial, si no también formando un puente con otros lugares, culturas y formas de vivir. Con hombres que llegaban de diferentes desnos por diversos movos y que acababan, por el reclamo de las voces silenciosas y los colores brillantes de los neones y carte- les de mujeres que ofrecían su cuerpo, empo y compañía, celebrando la llegada a la ciudad en algunas de sus calles más contradictorias.
En el Papagayo se hablaba un idioma universal, que no necesitaba de letras ni pala- bras para entenderse.
El de la libertad; y la opresión.





